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Writer's pictureLeave & Live Now - SG

La vida es un viaje

Esta frase es de gran importancia para mi vida. Tanto es así que, muchas veces determinó el rumbo que tomaría y el por qué hoy mas que nunca sigo viajando y en busca de mas experiencias.

Desde chico mi mama me llevó a recorrer varias provincias del interior de mi país, Argentina. Me fascinaba la posibilidad de conocer gente y lugares nuevos. Sin embargo, creo que a partir de mi primer viaje al exterior, a los 11 años, hubo algo que se despertó en mí. En esa oportunidad fui a Rio de Janeiro, Brasil, la ciudad de Latinoamerica que más me gusta. Y creo que haber ido ahí no fue casual, de hecho no creo en las casualidades, estoy seguro que existe algo entre esa ciudad y yo. Desde ese primer viaje nació en mi una sensación o tal vez pueda llamarla necesidad, algo que no pude frenar jamás. Varios viajes ocurrieron después, en mi adolescencia: Estados Unidos, Brasil, varios lugares de Europa… donde pude cumplir el sueño de ver un mundial en vivo y en directo, Francia `98. Hoy ya puedo decir que fueron dos, luego del haber ido el año pasado a Rusia ‘18.


En uno de los tantos viajes a Brasil con mis amigos, a los 19 años aproximadamente supe, por diferentes motivos, que había llegado el momento de partir, de iniciarme en eso que tanto deseaba. Creo y siempre creí que todo ocurre por una razón. Destaco esta sensación porque en ese viaje varias señales me llevaron a tomar la determinación. Y así fue. Dejé la carrera que estaba estudiando, dejé mi casa, mis amigos, mis costumbres y encare a mis padres en una cena un viernes por la noche. Ahí les dije: “en un mes me voy a Brasil, no quiero seguir estudiando esta carrera, quiero otra cosa para mi vida, no sé con qué, ni cómo, pero me voy”. Me terminé yendo a los tres meses con 250 dólares, dos valijas y un pasaje a Sao Paulo en bus (colectivo/micro). Me habían prometido un viaje de 36 hs que terminaron siendo mas de 48hs pero eso ya se los conte en el anterior post. Así inicié a los 19 años ese primer “IRSE”.


No sé si a muchos le pasa pero cuando viajo, cualquiera sea el destino, siento una paz infinita y estoy en armonía conmigo mismo. Cuando me tomé ese micro a Brasil mi vida dio un vuelco inmenso. Sentir esa liberación por dejar todo lo que hasta ese momento me hacía sentir seguro, acompañado y firme, es un sentimiento muy interno y se torna indescriptible, lo que puedo decirles es que se les llena el alma de felicidad.. A la vez creo que los sueños no se alcanzan, se viven. No quiero entrar en detalles de cada uno de mis viajes, eso lo dejaré para alguna otra vez. Pero el haber vivido dos años en Brasil abrió mucho mi mente y mi manera de ver la vida. Conocí gente, lugares y cosas que jamás pensé que podría llegar a ver. Viví momentos que nunca podre olvidar.


Después de la inmensa experiencia en Brasil volví a mi país de origen. El siguiente paso fue ir atrás de un sueño que daba vueltas en mi cabeza hacia algunos años: Vivir, estudiar y jugar al futbol en una universidad de EEUU. Otra vez fue dejar todo, como por ejemplo un supuesto gran trabajo en el que tenía un supuesto gran futuro. Recuerdo que muchas personas estuvieron en contra de ese viaje y de mi idea de irme nuevamente. Creo que fue en el viaje que más solo me sentí cuando tome la decisión de irme.  Pero una vez más la fuerza de ir atrás de lo que siempre había soñado fue más fuerte que cualquier palabra negativa sobre mi viaje. Creo que cuando alguien quiere algo con tantas ganas, esto se manifiesta en su vida, el deseo se hace realidad porque uno lo visualiza muy fuertemente. Muchos lo llaman ley de atracción.


Otra vez no voy a entrar en detalles del viaje, pero el llegar solo, con dos valijas y que un micro/bus me deje en la puerta de una universidad bien en el interior de los Estados Unidos, en Missouri, y preguntarme: Y ahora…. ¿a dónde voy?  ¿A quién tengo que ver? ¿Con quién hablo? ¿Cómo se empieza? Y terminar dos años después recibiéndome en la típica fiesta de graduados con mi toga y el típico gorrito de film yankee no tiene precio, es algo que quedará tatuado en mi corazón para siempre. No es el título lo que uno se lleva en estos casos, sino el camino hacia el título. Lo más importante fue la gente que conocí, que ahora siguen siendo amigos que me dio la vida, los lugares que visité, los viajes a diferentes estados con el equipo de fútbol de la Universidad, y tantas otras anécdotas increíbles.

Volví otra vez a mi país, pero no paso mucho tiempo hasta que ese yo interno se despertó nuevamente. Necesitaba esa droga que me hace vivir y a la cual, debo confesar, soy adicto. Necesitaba viajar…y por supuesto saben que no me refiero a un viaje de vacaciones. Tenía el sueño de vivir en Europa y hacia allá fui. Por tercera vez, luchando contra opiniones de gente que me decía que uno necesita asentarse, conseguir un buen trabajo y tener su propio techo (casa), emprendí mi partida. No se crean que es decir “listo me voy” y que por dentro los sentimientos no se confunden, al contrario, hay millares de cosas que no se cuentan, o se pueden describir de lo que se vive cuando uno decide “irse”.Se generan esas guerras de contradicciones internas que en realidad son sólo impuestas en la mente de cada uno por la sociedad y el sistema en el que vivimos. Las opiniones fueron siempre escuchadas pero ocurre que mi droga o mi mayor motivación en esta vida es viajar, y es más fuerte que cualquier obstáculo que quieran ponerme. 

Y así, seis meses después desde que ese yo interno me habló, emprendí mi tercer viaje, esta vez a Irlanda, Dublin. Otra vez subirme al avión solo, sin nadie a mi lado, sin nada seguro, sin saber qué ocurriría. Solo conmigo mismo y con aquello en lo que creía y creo. Esa es una sensación, un pensamiento, un sentimiento que no tengo la capacidad aún de describir. Pero algo cambio en este viaje, en esta parte de mi vida desde que me subí a ese avión. Esta vez sentí que no voy a volver. (En realidad, cuando ese cambio se genera dentro tuyo, estas capacitado para vivir en cualquier parte del mundo, ya que no hay que volver a ningun lado, por que tu casa esta dentro tuyo y donde quiera que estes, ningun lugar o pais es tu lugar y todos los lugares o paises son tu lugar, tu alma se convierte eternamente en nomade) Particularmente en mi caso; necesito vivir siempre en esa sensación de viaje constante, simplemente porque fue lo que siempre me hizo feliz y lo que me acerca cada vez más al motivo por el cual existo.


De este viaje tengo miles de vivencias y de anécdotas inolvidables; irme solo a Polonia, cruzar ese país en un tren totalmente vacío. Creo que en ese trayecto yo era el único pasajero. Yo y un fantasma que me vendió un sandwich en el tren. Conocer el triste, sufrido y lejano interior de Polonia donde la guerra dejo huellas muy fuertes, donde nadie hablaba ingles, (o al menos yo no encontré nadie que lo hiciera), bajarse en un pueblo en el cual reina el silencio y sentirse realmente solo. Éramos mi mochila y yo, y esa soledad tan profunda que le da fuerza a uno para vivir el momento y saber que lo más importante es el ahora. Tantas otras anecdotas llenan mi mapa de la vida, El recorrer Rusia, estar cerca de completar el conocer cada pais de Europa Occidental, varios del este de Europa, conocer centro America, Sudamerica, Norte America, y que la lista de paises ya alcanza los 40, y no solo recorriendo pero en algunos casos viviendo en ellos, el ser parte de ellos, el aceptar cada una de sus culturas, el entender diferentes tipos de vista, el aprender a adaptarse constantemente, esas enseñanzas y sensacions quedaran siempre tatuadas en mi piel. Guardo miles de experiencias, alegres, tristes y de todo tipo, pero como dije no quiero ir tan en detalle, ya llegará el momento de hacerlo.


Un párrafo  aparte en este sentimiento tan grande de viajar tiene la soledad. La soledad no es una enemiga, simplemente hay que aprender a vivir con ella como compañera de viaje. Jamás se debe tener miedo a estar solo. ¿Por qué digo esto? Porque cuando uno está solo, pero realmente solo, ya sea en un lugar físico o en lo sentimental, hay una compania que nos da fuerza y esa es; la energía; esa energia que proviene de algo más grande como la naturaleza, el universo, con el cual uno se siente más conectado por estar persiguiendo su sueño, o el fin por el cual existe. Humildemente creo que todo se transmite con energías, estamos hechos de energía y obtenemos esta misma cuando buscamos el fin que amamos y soñamos. La energía proviene de la naturaleza, del universo, de los afectos, y de uno mismo que es parte de ese “todo”. Esta fuerza es la que nos ayuda a seguir adelante en momentos de soledad, lo demás son disfraces de positivismo barato de la sociedad. Pero no me quiero expandir más en este aspecto por que el tema inicial de este escrito es otro.

Cuando comencé a plasmar en este texto mis pensamientos quise tratar de explicar a través de mis experiencias lo que significan en mi vida estas cinco palabras que llevo tatuadas en mi brazo izquierdo “La vida es un viaje”. El viajar es el sentido de mi vida, me muero dentro de mi mismo si no puedo viajar. Cuando me asiento por mucho tiempo en un lugar siento que vivo una vida que no es la mía, que paso a ser parte de una obra de títeres y claramente no soy yo quien maneja las marionetas de turno. Necesito conocer lugares diferentes, personas diferentes y pensamientos distintos, esto me permite reconocer mis sentimientos, esas sensaciones que antes uno desconocia sobre si mismo.


Cuando uno viaja empieza a ver cosas que la mente no tenia registradas, y se percibe eso de que la vida anterior era muy pequeña, que hay mucho por ver y vivir, tal vez la sensación llevada a palabras podría ser “apertura”. Creo que esto funciona también en viajes sabaticos de 3, 6, meses o un año, pero no así en las vacaciones. Con esto no quiero desmerecer nada, sólo explicar lo que yo siento, y lo que puede sentir cualquier ser humano que se anime a realizarlo y lo desee con el alma. Creo que esto tiene que ver mucho con el objetivo del viaje, pero este también es un tema largo que quisiera tratar con profundidad en otro momento.


Puedo decir con seguridad que una cosa es cierta: jamás se puede volver atrás, jamás se puede borrar lo vivido, lo que uno vio, conoció y sintió. Por eso uno no puede volver a ser quien era, por que el viajar y la vida de vivir conociendo cosas diferentes, aspesctos diferentes, opiniones diferentes, culturas diferentes, formas de ver la vida diferentes, hacen que tu ser evolucione y ya no pueda volver a ser de la misma forma, simplemente por que cambio, por que ve todo desde otra perspectiva mucho mas amplia, por que te transformas en otra persona.

Creo que al ser tan profundo en uno mismo lo que se siente no se puede describir con palabras o al menos no fueron todavía creadas, o yo, en mi ignorancia, las desconozco. Pero sí de algo uno se da cuenta es que no hay un fin, una meta, un destino… es simplemente que siempre hay más, siempre hay cosas por descubrir, lugares que conocer, personas con quienes conversar, creo que tenemos que utilizar el tiempo para realizar nuestros suenños, seguir viajando y viajando, simplemente por que estamos de viaje por este mundo, estamos de paso, o  tal vez porque como intente explicarles…. LA VIDA ES UN VIAJE.


by Leave & Live Now

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